hipertension felina

En el post de hoy queremos informaros sobre la hipertensión felina, una enfermedad que afecta a 1 de cada 6 gatos. Lo más grave de esta enfermedad es que una gran mayoría de los dueños de gatos no han oído hablar sobre la hipertensión felina. Hoy vamos a explicar en qué consiste está enfermedad y cuáles son las consecuencias de la misma a través de un intuitivo vídeo que nos ha proporcionado Ceva, desarrolladores de una tratamiento muy sencillo contra la hipertensión de los gatos, el Amodip, un comprimido fácil de dar a nuestros pequeños compañeros con bigotes.

Vídeo explicativo sobre como detectar la hipertensión en nuestro gato

Por tanto tal como vemos en el vídeo es necesario hacer una visita anual al veterinario, muy especialmente a partir de los 7 años del animal para detectar la hipertensión

La hipertensión (presión arterial alta) es una amenaza común y potencialmente grave para la salud felina. La condición puede ser peligrosa en sí, responsable de una pluralidad de trastornos que afectan adversamente, por poner un ejemplo, la vista de un gato, la función renal o bien la función cardíaca. Asimismo puede señalarse la presencia de una enfermedad sistémica latente potencialmente mortal. Por fortuna, con la vigilancia y el tratamiento veterinario oportunos y apropiados, la hipertensión felina, cualquiera que sea su causa, la mayor parte de las veces tiene un manejo satisfactorio.

La presión arterial se mide en gatos por exactamente el mismo procedimiento que se emplea para los humanos. Esto es, se toman en cuenta 2 valores, el más alto es la amodip hipertension felinapresión arterial en las arterias que se registra cuando el corazón late (presión sistólica), el valor más bajo cuando el corazón descansa entre latidos (presión diastólica). En los gatos, como en los humanos, estos 2 valores se registran uno sobre el otro, separados por una marca de corte, sin embargo en los gatos si estos se encuentran despiertos sólo se toma la presión sistólica. La presión diastolica en los gatos actualemente no es utilizada, pues se desconoce su interés médico y no se considera fiable. La presión sanguínea normal en humanos es 120/80 mmHg (que significa milímetros de mercurio), al tiempo que en los gatos la presión arterial normal acostumbra a ser mayor, pero que no debería exceder de 180mm Hg.

En extraños casos, la presión arterial elevada de un gato no tiene ninguna causa distinguible. Esto se conoce como hipertensión primaria o bien “esencial”. Si bien la hipertensión primaria se diagnostica generalmente en humanos, es parcialmente extraña en gatos. Por otro lado, los veterinarios frecuentemente diagnostican hipertensión “secundaria”, que es una consecuencia de una enfermedad primaria latente. Esporádicamente, la condición puede proceder de la presencia de una enfermedad cardiaca o bien un tumor que está generando cantidades excesivas de corticosteroides o bien de determinadas hormonas, como la epinefrina. Asimismo posiblemente ciertos fármacos ocasionen un incremento temporal en la presión arterial de un gato. Mas en la enorme mayoría de los casos, la hipertensión felina secundaria eamodips una consecuencia de la enfermedad renal o bien, con menos frecuencia, el hipertiroidismo o bien la diabetes. No hay una predisposición reconocida para la hipertensión felina en concepto de género o bien raza, mas la edad de un animal semeja ser relevante, tal como hemos visto en el vídeo de Ceva. Esto es, el peligro de hipertensión aumenta conforme un gato envejece.

Los gatos con hipertensión secundaria avanzada presentan típicamente inconvenientes asociados con los sistemas perjudicados por la afección: el sistema ocular (ceguera repentina o bien hemorragia retiniana); El sistema renal(falta de hambre, pérdida de peso, incremento de la micción); El sistema neurológico (conmociones, desorientación); Y el sistema cardiovascular (complejidad para respirar), sin embargo para cuando estás consecuencias son visibles, el tratamiento no es tan efectivo y no puede dar marcha atrás ciertos aspectos, por ello se debe acudir al veterinario regularmente, una vez al año.

Por eso se recomienda a los dueños de gatos que sometan a sus animales a usuales evaluaciones veterinarias que incluyen la medición de la presión sanguínea a fin de que inconvenientes como la enfermedad renal y el hipertiroidismo puedan ser identificados temprano y se pueda comenzar una terapia apropiada. En el momento en que un gato es diagnosticado de hipertensión,  y faltaría identificar la causa. El tratamiento de la afección se centra hoy día en 2 géneros de medicamentos: bloqueadores de los canales de calcio (como amlodipino) y también inhibidores de la enzima conversora de la angiotensina (ECA) (como benazepril), que trabajan relajando y dilatando los vasos sanguíneos de un animal. Con estos fármacos, la hipertensión felina es habitualmente controlable e inclusive reversible, singularmente cuando la enfermedad latente se trata exitosamente.