procesionaria

La procesionaria del pino empieza a ser de gran peligrosidad alrededor de Mayo a Julio.

Viven aproximadamente un día, durante el cual debe aparearse y poner sus huevos en un pino.

Una sola hembra puede poner hasta 300 huevos diminutos y tarda alrededor de un mes en eclosionar.

Ciclo de vida de las orugas de la procesionaria

Una vez que han eclosionado, las orugas diminutas tienen cinco etapas de crecimiento llamadas “estadios“.

Durante su tercera muda o estadio construyen el nido de algodón blanco y continúan alimentándose de las hojas del pino hasta el quinto estadio. Esto suele ocurrir entre Febrero y Abril.

En este punto las procesionarias del pino se dirigen al suelo en una larga cadena en busca del siguiente lugar en su ciclo de vida. Este comportamiento es el que les proporciona el nombre de “oruga procesionaria“. Se les reconoce por su distintivo color marrón anaranjado y sus bandas azules.

Eventualmente se dispersarán para excavar justo debajo de la tierra donde puparán. Antes de que esto suceda, pueden ser un grave peligro para los humanos y otros mamíferos.

Peligro de la procesionaria

Son los pelos de las orugas los que pueden causar problemas. Si se tocan o pinchan, causan un sarpullido desagradable y desprenden un polvo que pueden causar problemas respiratorios. Son particularmente tóxicos para los niños y los animales.

Si la oruga está estresada o amenazada, puede expulsar sus pelos, que actúan como arpones y pueden penetrar o irritar cualquier piel expuestas.

Los perros son particularmente susceptibles, ya que recogen los pelos de sus patas y luego los lamen a medida que comienza a picar. Esto hace que los pelos se transfieran a la lengua del animal y puedan causar picor, hinchazón, vómitos e incluso la muerte.

Técnicas de prevención contra la procesionaria

Las orugas están en su punto más peligroso una vez dejan el árbol y viajan en fila una detrás de otra.

Existen diferentes técnicas de prevención, pero aún así, debemos extremar el cuidado sobre todo con niños y perros.

  • Con guantes y ropa adecuada que nos cubra enteros, quitar o cortar la rama que contiene el nido y quemarlo.
  • Romper una a una las bolsas con un palo.
  • Eliminarlas cuando bajen del árbol.
  • Trampas de feromonas que se ponen en el pino.
  • Insecticidas.
  • Pulverizadores.

 

Si tiene algún problema con su perro, no dude en llamar a nuestro servicio veterinario y lo solucionaremos lo más rápido posible.